domingo, 9 de septiembre de 2012

TUCUMAN CIUDAD PRO VIDA



ENVIEN ESTA CARTA AL INTENDENTE 
PARA QUE TUCUMAN SEA 
OTRA CIUDAD PRO VIDA DE LA ARGENTINA


Intendente: C.P.N. Domingo Luis Amaya
Correo Electrónico: intendente@sanmigueldetucuman.gov.ar


San Miguel de Tucumán, Septiembre de 2012

Al Señor Intendente Domingo Amaya
Municipalidad de San Miguel de Tucumán
PRESENTE.

De nuestra mayor consideración:

Nos dirigimos a Usted, en el marco de un debate público que está tomando carácter nacional, a fin de solicitarle que declare a nuestra ciudad una “CIUDAD PRO VIDA”.

Motiva nuestro pedido el convencimiento de que es el espíritu que nos identifica como comunidad además de ser un gesto que la elevará moral, espiritual y socialmente.

El principio fundamental que queremos defender es el del respeto a la vida desde su concepción hasta la muerte natural: matar al niño recién concebido que no puede defenderse o al anciano que ya no puede valerse por sí mismo, es lo mismo que matar en cualquier otra etapa de la vida humana. Aquí corresponde señalar un principio fundamental: un hombre, en cuanto a su naturaleza, no es más o menos hombre a las dos semanas de gestación, a los tres meses, a los dos años, a los veinte o a los ochenta. Siempre es hombre y, atentar contra su vida, siempre es un crimen. 
El derecho a la vida es un valor supremo sin el cual cualquier otro derecho, valor o privilegio resulta secundario.
Es nuestro deber defender la vida, especialmente de los más vulnerables e indefensos. El derecho a la vida de todos los seres humanos se realiza no solo creyendo que la vida comienza en la fecundación y acaba con la muerte natural, sino comprometiéndonos en obras y acciones para proteger ese derecho a la vida, a la mujer embarazada, a personas con discapacidad y a la familia en pos de que nuestra ciudad sea primera en defensa, cuidado y desarrollo de este valor supremo.
 
Seguros de que acompañará la iniciativa de declarar a nuestra “CIUDAD PRO VIDA”, a ejemplo de otras ciudades y legislaturas del país, lo saludamos fraternalmente.
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