SEGUIR SIENDO REPUBLICA
No hay verdadera democracia si se vota ciegamente y sin
merecido debate cambios tan radicales en la Justicia. Por eso nuestros Obispos
piden que estos cambios no sean apresurados. Se hace necesario más diálogo y
consenso.
Los límites que pone la Constitución son benéficos para la división de poderes, lo que nos convierte en República Argentina. Todos queremos seguir siéndolo y bajo una misma bandera.
Si todavía podemos peticionar libremente, constitucionalmente y en paz, entonces podemos decir que queremos más República y menos corrupción.
Un botón basta de muestra… Mi papá se murió esperando el famoso 82 que le corresponde en justicia y mi mamaá últimamente también le paso lo mismo…El aporte de los Jubilados es para mejorar su calidad de vida, no para el despilfarro populista entre gente sin educación, cosa también planificada, porque lamentablemente para los malos políticos los pobres son su riqueza.
La educación es la mejor inversión para un País que crece, y un derecho inalienable de los ciudadanos para todos por igual, pero se prefiere dar pan y circo sin que cueste, así no logramos transmitir a las nuevas generaciones el gozar del fruto de su esfuerzo y del sacrificio de una carrera o de un trabajo bien realizado.
La seguridad también se construye con la transmisión de valores y no con la violación de los mismos tantas veces premiados y aplaudíos en programas chabacanos que entorpecen la conciencia en la formación de la conciencia sobre todo de los más jóvenes.
Para muchos los pobres son una industria que a la hora de las votaciones dan su resultado positivo. Debemos trascender el utilizar a las personas y a las familias solo para los efectos electorales, ser capaces de brindarles como sociedad las herramientas necesarias para su desarrollo integral como personas.
Llegar a la periferia de lo existencial como nos pide el Papa Francisco, es no temer bajar hasta el sufrimiento humano más doloroso y encender a través de una escucha sin prejuicios, los ideales mas supremos y altruistas de los hombres.
Miremos la Argentinidad como un ideal a construir sin resignaros a la mediocridad imperante en un mundo egoísta y vacio de Dios.
Todos estamos llamados a aportar un granito de arena para esta noble misión.
Los límites que pone la Constitución son benéficos para la división de poderes, lo que nos convierte en República Argentina. Todos queremos seguir siéndolo y bajo una misma bandera.
Si todavía podemos peticionar libremente, constitucionalmente y en paz, entonces podemos decir que queremos más República y menos corrupción.
Un botón basta de muestra… Mi papá se murió esperando el famoso 82 que le corresponde en justicia y mi mamaá últimamente también le paso lo mismo…El aporte de los Jubilados es para mejorar su calidad de vida, no para el despilfarro populista entre gente sin educación, cosa también planificada, porque lamentablemente para los malos políticos los pobres son su riqueza.
La educación es la mejor inversión para un País que crece, y un derecho inalienable de los ciudadanos para todos por igual, pero se prefiere dar pan y circo sin que cueste, así no logramos transmitir a las nuevas generaciones el gozar del fruto de su esfuerzo y del sacrificio de una carrera o de un trabajo bien realizado.
La seguridad también se construye con la transmisión de valores y no con la violación de los mismos tantas veces premiados y aplaudíos en programas chabacanos que entorpecen la conciencia en la formación de la conciencia sobre todo de los más jóvenes.
Para muchos los pobres son una industria que a la hora de las votaciones dan su resultado positivo. Debemos trascender el utilizar a las personas y a las familias solo para los efectos electorales, ser capaces de brindarles como sociedad las herramientas necesarias para su desarrollo integral como personas.
Llegar a la periferia de lo existencial como nos pide el Papa Francisco, es no temer bajar hasta el sufrimiento humano más doloroso y encender a través de una escucha sin prejuicios, los ideales mas supremos y altruistas de los hombres.
Miremos la Argentinidad como un ideal a construir sin resignaros a la mediocridad imperante en un mundo egoísta y vacio de Dios.
Todos estamos llamados a aportar un granito de arena para esta noble misión.
Pbro.
Miguel Elías Alderete Garrido
Delegado
Arquidiocesano
Pastoral de Turismo Tucuman